PAMI - Una Estafa Más
Subsidios a los medicamentos para los Afiliados de PAMI
Autora: Mildred del Río
Dice el refrán que nada mejora con los años.
La vejez puede ser muy cruel y hay que armarse de mucha paciencia para enfrentar la dura tarea de envejecer con dignidad. Claro que eso es posible si a uno no le toca hacerlo en Argentina, cruel destino si los hay.
La instituciones que rigen los destinos de los fondos jubilatorios y de la salud de los viejos han sido objeto de todo tipo de saqueos, padecido las peores estafas y han sido gobernados por las más horribles personas que hayan pisado suelo patrio.
Durante los gobiernos pasados la dupla PAMI-ANSES fue tan furiosa y pertinazmente maltratada que pensamos que sólo cabía ir mejorando como decía el poeta.
Pero…una nueva estocada ha asaltado a los viejos en esta no tan nueva gestión.
Con el afán de ahorrar plata ahí donde los débiles a duras penas pueden quejarse, el gobierno de Cambiemos modificó el régimen de subsidios a los medicamentos de los ancianos.
Porque claro, a la hora de elegir entre ahorrar en alguna de las capas superpuestas de asesores o ahorrar en subsidios los viajes a la clase media, o al fútbol o a la realización de ignotas películas, o a pasear a galeristas de arte por Europa o a la contratación de séquitos de secretarias que se van apilando sobre los escritorios; surgió una genial idea: ¿por qué no elegimos pegarle siempre al mismo perro que se sabe no patea?
La solución de siempre de la clase política: castigar al ciudadano atomizado.
A poco de comenzar el 2017 el gobierno denunció que parte del presupuesto nacional se iba en financiar al 100% los medicamentos de ricachones que viajaban en sus propias flotas de aviones (hasta la fecha contabilizados 50) o que pasaban las navidades con el mismísimo Papá Noel en su propio yate en las Maldivas (dueños de barcos, yates, gomones y salvavidas de patito: total 2000). Ante la denuncia de que medio ranking Forbes de aprovechaba de nuestras arcas en detrimento de los viejitos necesitados, la medida de restringir ese beneficio se hacía lógica.
Disimularon que se lo iban a sacar también a quienes cobraran más de $ 8.492. ¡Sí, sí, exacto! Los malditos chupasangres que osaran poseer a fin de mes el derecho a $ 8.492 pesitos debían pagarse sus remedios, ¿o que se piensan?
Acá la cosa se pone gris oscuro porque hasta el mes de febrero de 2017 son aproximadamente 800.000 viejitos acreedores de semejante fortuna. Recordemos que con el aumento del mes de marzo esta cifra se ampliará mucho más. Un cálculo a vuelo de pájaro nos de un 45% de los jubilados.
Los gastos en medicamentos de la tercera edad son altísimos, varios miles gastan los viejos en remedios. El cinismo de aumentarles $ 1.000 para sacarles $ 4.000 ó $ 5.000 es un poco mamerto. Cada jubilado que se entera de que ya no podrá obtener los medicamentos sin pagar la mitad de su jubilación recibe de los trabajadores de PAMI la respuesta: “es el ajuste de Macri” o un más contundente “Macri te sacó los remedios”.
¿Valió la pena el ahorro?
Ya sea porque no lo saben o porque no les interesa, la mayoría de los empleados de PAMI no avisan a los pobres damnificados que pueden realizar un expediente por “vía de excepción” para solicitar que se les otorgue nuevamente el beneficio.
En caso de que se los ilumine sobre esta posibilidad el jubilado deberá realizar el siguiente trámite:
Volver a pedir turno con su médico de cabecera para pedir un informe de su historia clínica (¿dos o tres meses?)
Declarar que no es millonario (Declaración Jurada).
Esperar que una asistente social lo conecte y vaya a su casa a comprobar cuán pobre es, (tres meses mínimo).
Esperar que una junta médica contratada por PAMI evalúe al médico que pertenece a PAMI para asegurar que los medicamentos que le otorgó PAMI los avala PAMI (¿cuánto tiempo estimamos para este despropósito?) (¿y cuanta plata?).
¿Valió la pena el ahorro?
El cálculo de cuántos recursos económicos, laborales, médicos y burocráticos se ponen en cada uno de estos tramites da un poco de vértigo
El cálculo de cuantos viejos están en condiciones de llevar adelante este trámite da lástima.
El cálculo de cuantos viejos jamás se enterarán de que pueden hacer esto y dejaran de tomar los medicamentos repugna.
Tema aparte, de la infinita nómina de empleados de PAMI, sólo unas muy escasas asistentes sociales efectivamente trabajan en las sedes. Ya eran pocas para encarar los dramas sociales que tienen los jubilados que están solos, que no tienen casa, que necesitan acompañantes y otras tantas actividades que estos profesionales realizan. Pues bien: semanalmente cientos de expedientes “vía excepción”caen en las manos de los asistentes que deben hacer las evaluaciones domiciliarias, demás está decir que no podrán realizar las tareas para las cuales ya estaban sobrepasadas.
¿Valió la pena el ahorro?
De las condiciones que permiten al gobierno quitar el subsidio por medicamentos está la posesión de propiedades varias (pero no tienen los evaluadores la posibilidad de cruzar con registros de propiedad automotor, inmueble, etc). La pertenencia a una prepaga u obra social diferente (pero tampoco están disponibles los cruces de esta característica). La posesión de bienes suntuarios (imposible rastrear en las tristes oficinas de PAMI).
El único cruce real que se hace es el del monto de la jubilación, o sea, solamente perderán el beneficio los más pobres, los que más lo necesitan.
¿Valió la pena el ahorro?
Cientos de miles de jubilados estafados y maltratados por todos los gobiernos anteriores, dejarán de tomar medicamentos gracias al gobierno de Cambiemos a medida que pasen los meses, cuando se venzan sus autorizaciones.
¿Valió la pena, Cambiemos, ahorrar en la salud de los jubilados?
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