Tetazo al sentido común
Hasta hoy la lucha de las mujeres por sus derechos igualitarios ha sido ardua pero enormemente productiva. De los 200.000 años de desarrollo del Homo Sapiens ya en los últimos 10 hemos logrado el derecho humano a pintarnos los senos con crayones negros denunciando la opresión de la Iglesia Católica sobre nuestro género, lástima que ya está por desaparecer la Iglesia, pero algo es algo.
No son, en cambio, pocas las celebraciones que mundialmente tienen lugar para conmemorar el éxito logrado por todas las mujeres de haber nacido mujeres, que es algo totalmente distinto a haber nacido hombres. Y ese logro es nuestro y no nos lo puede quitar ningún varón, bueno…algunos lo intentan.
En el plano reivindicativo, hemos de destacar figuras y hechos encumbrados que muestran nuestra valía al mundo todo al que, claro está, no tenemos nada que demostrarle:
Desde el año 2015 Arabia permite el voto femenino, ahora las mujeres tienen voz, declaró a la prensa alguien que podría ser Awatef Marzuq, invisiblemente emocionada ya que estaba con el rostro totalmente cubierto. Y eso no es nada, con la impronta igualitarista que es cada vez más fuerte en la cultura islámica, miles de millones de mujeres ya pueden ejercer el derecho a sufragar aquello que se les indica.
En las ciencias, las mujeres ganamos el derecho a ser enfermeras, astronautas y hasta médicas, si no hay otra. Tras décadas de logros del feminismo conocemos a sus célebres luchadoras como Frida Kahlo esposa del gran muralista Diego Rivera o a Simone de Beauvoir esposa de Jean-Paul Sartre. Y ni hablar de la política, en donde la esposa de Bill Clinton fue casi presidente y en nuestro querido país, sin ir más lejos, tuvimos dos presidentes mujeres: la esposa de Perón y la de Kirchner.
Hoy es noticia que los varones reconocen que piropear es una aberración y un insulto. La fuerte censura acerca de estas prácticas es también un avance de género. También lo es el derecho de género a mandar nuestras fotos en pelotas reflejadas en el espejo del baño haciendo boquita de pato. Y si nuestras aguerridas abuelas lucharon por el acceso al sufragio, al manejo de su patrimonio y a la educación universitaria, no menos meritorio es nuestro combate por el orgulloso enarbolado de pelos axilares.
Cientos de hombres han comprendido que no está del todo bien romper la cara de sus esposas a patadas y esto ha sido gracias a unos cartelitos de papel en el que les hemos explicado por las buenas que eso no se hace. Aparentemente con esta acción y unos cuantos globos violetas y gorros rosas se ha erradicado la violencia intrafamiliar.
Pero el patriarcado no se rinde y cada tanto vuelven oleadas contrarrevolucionarias que tratan de retrotraernos al oscuro abismo del heteropatriarcado evolucionista, nos confunden y por este motivo es necesario definir algunas corrientes a las que todos y todas y totus pueden adherir según su gusto y compromiso con la lucha de las mujeres:
Feminismo de corpiños: es el de los albores del feminismo, en el que se quemaban prendas opresivas del cuerpo femenino en denuncia de la opresión cultural de la que éramos víctimas. En esa época se lograron algunas conquistas fundamentales como el sufragio femenino. Este tipo de feminismo está muy operativo en ONU, OEA, y todo tipo de ONGs superproductoras de comisiones que evalúan oficinas y comités de otras ONGs para que escriban y reescriban y luego relean y auditen una agenda política del feminismo y, en última instancia, lo que nunca se dijo: “Hacer la diferencia”.
Black feminism matters: Representado por ilustres miembros como Michelle Obama o Rihana, este tipo de feminismo lucha por el acceso al Oscar, a la tapa de Vogue o a casarse con alguno de los príncipes herederos europeos que vayan saliendo de la rehabilitación. Batalla también para que la Reina Máxima de Holanda o Letizia de España tengan una hija negra al menos. Este feminismo alternativo y contracultural abastece también al mercado latino y a la socialdemocracia feminista ecologista que demuestra que las mujeres son víctimas del calentamiento global más que los hombres porque las botas bucaneras dan un calor bárbaro y no te digo la cera caliente de las traidoras a la causa que se depilan o directamente no tienen celulitis, fucking carneras.
Androfeminismo: Corriente de machos sensibles dispuestos a cualquier cosa para defender los derechos de las mujeres y de paso poder estar cerca de una que no les cobre. Son varones conscientes, que no temen mostrar su femineidad y sus sentimientos. Verdaderos hombres que se cuestionan: Es legítimo ser varón? Mi hambre, merece tu leche, vaca? No les jode que a la mujer le salgan rollos hasta de las orejas.
Recontra Feminismo: Aquí el varón es, de nacimiento, malo como la mierda, violento y conquistador. La lucha contra este espécimen ha de ser tan total que se deben ejercer acciones de vandalismo y depredación para denunciar su violencia. Y después matarlos a todos, para que entiendan.
La lucha continua para las hermanas, La Tierra es mujer y por ende propiedad de féminas. Porque fue primero Adán, pero de barro, y ahora hay que limpiar todo su enchastre.
