Hablemos de Servidumbre
Ser propietario es lo que nos aleja de ser siervos de otro.
Pagar impuestos es ceder la propiedad de un cierto monto al Gobierno.
Autora: @hyspasia
Hasta la Segunda Guerra Mundial los países Occidentales (incluida la Argentina) contaban con una baja proporción de empleados públicos que se concentraba en las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de Seguridad - policía, gendarmería y prefectura -, docentes, médicos y paramédicos y empleados de empresas del estado [1]. Los empleados ministeriales eran pocos [2].
Desde la Segunda Guerra Mundial los Países Occidentales aumentaron la nómina de empleados públicos y el costo general del Estado. Las consecuencias fueron un estado cada vez más caro que se inmiscuye cada vez más en las actividades comerciales, laborales, de ocio. Implica una política agresiva de recaudación impositiva e intromisión en los mercados de bienes, servicios y trabajo.
Hay impuestos a: -La propiedad. -Los ingresos. -Las ventas. -Las ganancias. -Tasas. -Permisos y licencias [3]. Barreras de Entrada - Red Tape
Trump durante la campaña electoral sostuvo que no sólo hay que bajar las alícuotas de los impuestos sino la enorme cantidad de papelería (red tape) que genera aún más perjuicio en comerciantes, profesionales y pequeños empresarios que los propios tributos y que constituye una barrera de entrada [4] a favor de las empresas grandes las cuales sí cuentan con abogados y contadores. El margen del sector agropecuario
La propiedad de la tierra está relativamente atomizada en la Argentina - por ahora. Pero los compradores y los proveedores que sí están concentrados, manipulan los márgenes que les dejan a los dueños de la tierra. Esto no ocurre sólo aquí, sino en EEUU también. Es así como hay empresas que hacen millones, pero esa prosperidad no se ve reflejada ni mucho menos, en los farmers. El margen de las familias y los pequeños empresarios es entonces apoderado por el Estado y por las grandes empresas, mediante diversas prácticas.
El sector agropecuario ve regulado el margen que queda en manos del productor no sólo por el Estado, que se apropia lo máximo posible sino también por proveedores y compradores. Buscan que quede lo suficiente para que siga produciendo pero no para que disponga de ahorros. Aquí los productores, durante estos años de precios internacionales altos, pueden haber tenido ahora una mejora relativa, pero no tienen ni el dinero ni la predisposición para colectivamente comprar las verdaderas claves de su rentabilidad (**).
Así las cosas, los chinos hoy tienen Nidera, que les vende las semillas y les comercializa el cereal o las oleaginosos. Con todo el dinero que ganó el campo en estos quince años no se les ocurrió comprar Nidera. A los políticos argentinos, con todo lo que robaron, tampoco.
Impuestos y la forma de propiedad
El aumento del Estado requiere mayores impuestos o deuda. La deuda no es otra cosa que impuestos futuros
El aumento sostenido del costo del Estado desde la Segunda Guerra Mundial a hoy, que lleva el peso promedio en Occidente de un 20%-25% al 50%-60% actual, implica que, pasa al Estado, cada vez más porcentaje del margen que producen las familias o las empresas. Margen es la diferencia entre el costo de vender mi producto y el precio al que lo vendo. Y de esa diferencia, una parte queda para los dueños y otra para el estado.
En el caso de las personas que venden su trabajo, ya sea un empleado o un profesional, no siempre lo tienen claro. Pero es la misma idea ¿Cuánto me cuesta a mí vender mi servicio, ya sea de operario en una fábrica o de abogado tributarista o de arquitecto? Ahí hay que incluir todos los costos: -Comer (si no como no puedo trabajar). -Vestirme (no sólo cubrir mi desnudez sino pagar la indumentaria propia de los honorarios que pretendo cobrar). -Alojamiento (si duermo en la calle no puedo ir limpio a trabajar, me pueden acuchillar, etc.). -Transporte. -La educación que tuve que adquirir para vender mis servicios. -Cubrir los gastos de mi familia (***).
Después de cubrir todos los gastos, lo que queda, el individuo o la familia lo puede destinar al ocio o a ahorrar. Hace 50 años, ¼ del resto (margen) de las familias iba al estado, ahora va ½. Ésa es la razón por la cual nuestros padres pudieron comprar su casa y a nosotros se nos hace cuesta arriba: porque el margen se lo lleva el estado. El Estado o la parte de León
De esa diferencia entre ingreso o costo el estado se lleva una parte. Lo que no se lleva el estado queda en el bolsillo de las familias o en la caja de la empresa. Lo que permite a las familias o a las empresas ser libres es disponer de ese dinero. Para ahorrar para otros tiempos, para invertir en el caso de una empresa (para agrandarse o diversificarse) y en el caso de las familias, para ahorrar para los tiempos futuros (Ej: comprarse una casa para no tener que pagar el alquiler). No es que los empresarios argentinos son vagos o ineptos o tontos. La enorme cantidad de innovaciones que hay en los pocos sectores que mantienen márgenes prueba la capacidad de adaptación, creatividad de los empresarios argentinos.
Alcanza con ver dos horas al Canal Rural para interiorizarse en toda suerte de novedades - con drones, con implementos de siembra o cosecha, con nuevos materiales -, que no sólo venden aquí sino que son estrellas en ferias internacionales. O enterarse en el Canal El Garage TV que Cicaré vende sus patentes de helicópteros a Italia, desde Saladillo.
Pero la acumulación inicial de capital es imposible porque el Estado toma todo.
¿Y las grandes empresas?
La verdadera razón por la que ganó el #Brexit, Trump y por qué Macri es sólo un presidente de transición, ya que responde a los mismos intereses que su antecesora - mal que nos pese -, es que existe un estado inmenso solventado únicamente por las familias y las empresas pequeñas.
LAS GRANDES EMPRESAS NO PAGAN IMPUESTOS.
Cuando nos metamos esto en la cabeza, entenderemos todo. Dirán, pero Coca-cola o Ford o Mastellone pagan impuestos. Sí, pero únicamente aquellos que pueden trasladar a sus clientes, ya sean otras empresas o familias. Los únicos que no pueden trasladar sus impuestos a otros son: las familias (eso es claro), y las empresas chicas que cobran por sus productos lo que el mercado indica (no son formadoras de precio). Las empresas grandes tienen objetivos de ganancias - un margen determinado, definido como un porcentaje sobre la inversión o las ventas - o un monto anual. Si aumentan los impuestos - cualquiera, laboral, inmobiliario, a la venta, a las ganancias - mientras lo puedan trasladar, ni se inmutan. Tienen un poder de lobby al que ninguno de nosotros accede: extorsionan a los Estados (no nuestro Estado de pacotilla, a cualquiera) con irse del país si no le dan subsidios o exenciones impositivas. Cuentan con un arma fantástica: los paraísos fiscales. Manipulan los precios de transferencia de importación o de exportación de tal forma que les quede un margen mínimo en países con altos impuestos a las ganancias y dejan todo su margen en paraísos fiscales.
Un caso como el descrito es el de Starbucks y Gran Bretaña. Importan el café al precio que se les canta, “no ganan dinero” en GB, y no pagan impuestos (excepto a las ventas, que sí trasladan).Las grandes empresas no pagan. El caso pionero que se conoce, nos involucra a nosotros y a Gran Bretaña (aquí). Terminó con el asesinato del Senador Bordabehere y la expulsión de facto de Gran Bretaña del empresario inglés por un par de décadas.
Aumentaron los costos del Estado de ¼ de la riqueza de un país a ½. Los que pagan ese Estado son las pequeñas empresas y las familias. Las pequeñas empresas y las familias no ahorran o desahorran. No pueden mantener sus medios de vida ni sus bienes de producción. Las grandes empresas sí ahorran. Porque no solventan a los estados. No sólo Medicurren aquí. Ninguna en Occidente. Esto les permite contar con cantidades ingentes (****) de liquidez. Para comprar otras empresas o pequeñas empresas y concentrar el mercado. Tener tamaño y controlar mercado les permite determinar sus propios márgenes.
Lo que acabo de describir es exactamente lo que se discutió en la última campaña electoral de EEUU que ganó Trump. Al disponer de ahorro mientras todo el resto de la sociedad no lo hace es lo que les permite tener cada vez más poder.Por eso fue una sorpresa a estos actores de la economía y de la política los triunfos de Brexit y Trump. Venían en un camino a “TOMA TODO” imparable. Lo que sucedió es una anomalía absoluta, que no deja de tener su lado heroico.
Postales de una crisis y de una recuperación
En 2008 hubo una crisis y caída del PBI en EEUU. Eso provocó que numerosos pequeños comercios y empresa quebraran y que familias también lo hicieran. Perdieron trabajos y sus casas. Estableció un nuevo piso de ingresos para grandes sectores de la población. Pero luego, poco a poco, la economía se recuperó. ¿Qué significa? Que el PBI de 2010 fue mejor que el del 2009. Si el del 2009 fue 100, el del 2010 fue, digamos, 103. ¿A dónde fueron a parar los 3 adicionales que se produjeron en el 2010? Supongamos que los 100 primeros se repartieron igual que en el 2009. En ese caso todas las personas tuvieron en el 2010 la misma platita que el año anterior.
¿Dónde fue a parar la nueva riqueza?
Justamente lo que sucedió es que esos 3 pesos adicionales se los quedó el 1% más rico de EEUU. Entonces una sociedad se quedó desde el 2008 a hoy, en el piso de ingresos del 2008. Todos ellos votaron a Trump. Esperaron masticando bronca y viendo como siempre salía el mismo número de la ruleta y votaron contra el candidato de sus verdugos. Los que defienden los intereses de ese 1% dicen: “no, no se invierte en las plantas porque están obsoletas”. No, querido, están obsoletas porque no reinvierten las ganancias. Y no las reinvierten porque ahí pagan impuestos y el negocio es no pagar impuestos. Hubo individuos - no empresas - que sí se favorecieron en esos ocho años y esos son los que votaron a Hilaria: los empleados públicos federales (aumentó considerablemente la plantilla y con muy buenos sueldos), los empleados de proveedores del estado, los docentes.
Las empresas grandes no sólo no pagan impuestos sino que ponen a su servicio al Estado que todos pagamos. Para influir directamente sobre las políticas internas de los países en los que tienen intereses no paga mercenarios de sus bolsillos. Se valen de los Estados de EEUU o de GB. Y el costo de la guerra, o la opereta diplomática o la intervención, la pagan los contribuyentes ingleses o norteamericanos.
Entonces se da la paradoja que los contribuyentes le pagan los costos de producción - remover un presidente pedigüeño lo es - de empresas que giran sus ganancias a Suiza y no pagan impuestos [6]. Toyota pone una fábrica en México. Logra toda suerte de exenciones y quiere que le paguen toda la infraestructura: electricidad, rutas, etc. a lo que se agrega que el gobierno de México le regaló 400 ha. Un caso reciente lo vimos con las empresas petroleras en Vaca Muerta. Lograron toda suerte de exenciones, precios sostén y el pago de infraestructura para poder vender sus productos a nuestra costa. ¿Pagar impuestos, aguantar el vaivén de los precios internacionales del petróleo? Bien gracias. La Libertad
Un estado cada vez más grande es la contracara de una economía
cada vez más concentrada en grandes empresas.
Porque son éstas las únicas que tienen los mecanismos para evadir la obligación de solventar al Estado. Y porque un Estado grande es lo que las empresas necesitan para no competir y mantener sus márgenes de ganancia. Los funcionarios públicos y los gerentes de las grandes empresas forman una única clase donde sus miembros se favorecen mutuamente, como magistralmente lo explica Farage. Nunca fue más claramente expuesto que en la alianza tácita pro Remain. Un estado cada vez más grande, que además es solventado cada vez por menos individuos, los lleva a éstos necesariamente a la pauperización. La imposibilidad de ser dueño de su propio medio de producción (un comercio, una máquina, un pub) es lo que obliga a vender su fuerza de trabajo. Y ahí perder la libertad, como empleado público o empleado de alguna gran empresa. O vivir en la cuerda floja en una pequeña empresa. No es sólo que no accedemos. Perdemos la esperanza de poder hacerlo.
Remar en el dulce de leche.
Hace cuatro décadas, los colectiveros eran dueños de sus colectivos, los taxistas de sus taxis, los farmacéuticos de sus farmacias, los quiosqueros de sus quioscos y los almaceneros de sus almacenes. Eso está muerto. Los taxis pertenecen a un puñado de mandatarias, cuyos propietarios son sindicalistas. Las líneas de colectivo son propiedad de políticos, porque son los únicos con poder para sentarse con el secretario de transporte a negociar los subsidios. Macri es dueño de varias líneas. Lo fue durante todo el kirchnerismo. Los quioscos son de AHORA 25. El 75% del comercio minorista de alimentos está en poder de tres empresas. No estamos tan lejos de los problemas de los ingleses o los yankis. Y así estamos: cada vez más lejos de ser libres. Ésas, y no otras, son los preguntas que debamos hacer a los próximos gobernantes. Porque lo que se viene es eso: la lucha por nuestra libertad. Como ya dijo Farage, de su lado están los Grandes Bancos, las Grandes Empresas, el FMI, el BM, Goldman Sachs y el Parlamento Europeo.
De nuestro lado: la gente decente.
¿Qué queremos? Ejercer el derecho constitucional a la propiedad. Ser dueños de nuestra casa, de nuestro taller, de nuestra máquina, de nuestro campo, de nuestra chacra, de nuestro camión, de nuestro taxi, de nuestro comercio, de nuestro galpón mayorista, de nuestra fiambrería. Y para eso el Estado no debe costar más del 25% del PBI. Todos deben pagar impuestos - poco pero todos - y si a una empresa no le gusta, que ponga su plata en otro lado.
Sobreviviremos.
Queremos que se cumpla la Constitución. Queremos ser libres. Son ellos o nosotros.
* * *
1] YPF, YCF, AyE, ENTEL, ELMA, AA, FFCC, FFMM. [2] Como se comprueba de revisar las leyes de presupuestos nacionales y provinciales. Hay una anécdota de Perón - no sé si verdadera o falsa - en la cual cuando volvió en 1973 remarcó que él había dejado 200 empleados en Casa Rosada y encontró 2000. [3] Ejemplo: Para ser taxista se requiere: Comprar un auto: IVA, Impuesto a los Ingresos Brutos, impuestos internos. Patentamiento de taxi (más cara que la de particular). Carnet de conductor profesional (el precio excede el costo de tomar examen, es una imposición para poder trabajar). Patente mensual. Combustible (con 50% de impuestos). Impuestos a los monotributistas. Este sistema virreinal se repite en cualquier actividad. La consecuencia es que cada vez más taxis son propiedad de mandatarias, las cuales poseen de a cientos de unidades Otro ejemplo: Actualmente en Capital Federal y Gran Buenos Aires hay dos empresas lácteas La Serenísima (supuestamente de Mastellone, ahora en tratativas de venta a Coca-cola) y SANCOR, que anda volanteando desde hace tiempo. Cuando yo era chica había 10 marcas de leche y la leche tenía gusto a leche, la manteca a manteca, el yoghurt a yoghurt. El esquema actual, que fue construido durante la dictadura, nos deja un duopsonio que somete a los tamberos y es la verdadera razón de sus padecimientos - más otros que es el objeto de este post - y somete a los clientes a la mala calidad de sus productos. Esta concentración fue posible, porque las dos empresas tuvieron el inestimable auxilio del SENASA, ariete para ahorcar a la competencia. Las dependencias de control del estado se usan para favorecer a unos empresarios en detrimento de otros. Es por tal razón que la UIA siempre pone empeño en poner a “su gente” en las secretarías que son de su interés (producción, comercio, hacienda). Para subir aranceles, autoprodigarse subsidios y sacar de la cancha a quienes desean . Por eso pusieron a Débora Georgi, que siempre fue una fiel empleada de la UIA y que tuvo posiciones ministeriales con Menem, De la Rúa, Duhalde y los pingüinos. La empleada del año. Que disputa el título con Marcó del Pont. Georgi entregó millones de pesos en subsidios a industriales y pseudoindustriales. Volvamos al SENASA. Hace unos meses informaron del riesgo de faltantes de manteca. Ahí me enteré que la Argentina importa queso de Brasil (OMG). Esto sucede mientras los tamberos protestan por el bajo precio que cobran. Propuse que vendan manteca al kilo, como sucede en toda Francia. Rápidamente me aclararon que existen reglamentaciones del SENASA que lo impiden. Y acá entramos en el asunto: no sólo existen reglamentaciones para facilitar el duopolio (ahora exacerbadas porque los funcionarios están interesados en vender Mastellone a Coca-cola en lugar de aprovechar la oportunidad y reconvertirla en 10 empresas diferentes, con participación de los tamberos). Valga por la cantidad de veces que Mastellone los perjudicó con sus llamados a convocatorias fraudulentas. Pero no, la cometa de los funcionarios vendrá si le venden un duopolio a Coca-Cola. Hacerse una usina láctea, la pueden hacer solos. Tener un monopolio artificial, sólo con ayuda de los funcionarios. Pero la otra razón que los tamberos no pueden largarse solos a hacer su queso o su manteca es: porque no hay más ferias en Buenos Aires (aquí), no quedan casi almacenes (tienen el 25% del mercado minorista de Bs. As.), pero lo más importante es que los tamberos no tienen ahorros para pagar la maquinaria para hacer manteca y queso. Y ahí está el truco. Y aquí vemos la Argentina - y Occidente - de las últimas décadas: funcionarios públicos jugando SISTEMÁTICAMENTE para los grandes. Entre tamberos y usinas, usinas. Entre productores de fruta, y empacadoras/exportadoras, para empacadoras, entre productores de soja y cerealeras, cerealeras. Así hasta el infinito. El esquema actual mantiene a los tambos en la línea de “quedar hecho” (break even), lo que les impide guardar dinero para tiempos malos, o para implementar mejoras o eventualmente procesar su producción y liberarse del yugo de la usina. Una perlita del SENASA. Cuando asumió De la Rúa puso de ministro de economía a Machinea. Quien ni corto ni perezoso puso a Machinea, su primo, al frente del SENASA. Al menos era veterinario. Una de las primeras medidas que tomó fue obligar a todos los productores de miel para exportación a hacer un test (para comprobar la ausencia de antibióticos y agrotóxicos). Y el SENASA habilitó a un único laboratorio a hacer esos estudios. Era uno recién conformado para tal fin, y por lo tanto sin historia. Después se descubrió que el 50% de las acciones correspondía a...la esposa del director del SENASA, Machinea. Causa penal, etc. etc. No sé en qué quedó. [4] Barrera de entrada: son los costos, monetarios y de los otros, que debe afrontar una empresa para iniciar una actividad. Las altas barreras de entrada favorecen a los que ya están instalados, porque impide el aumento de competencia. [5} Empresa puede ser una fábrica de muebles o de envases o una panadería o una mercería. [6] Repsol es otro ejemplo. Usó a la diplomacia española para todo lo que le interesó. Pero los dividendos no los giraba a España sino a Repsol Suiza. (*) Por ejemplo: SUTERH. (**) Claves para controlar la propia utilidad para los productores agropecuarios: a) la concesión de las vías férreas que le sean de utilidad - la estuvieron manejando las últimas décadas Roggio y Macri, b) tener su propia cerealera exportadora, c) tener sus propias industrias de agroquímicos, d) poner al INTA a patentar semillas (se recuerda que el INTA se solventa con aportes de productores), e) gerenciar la concesión de las rutas cerealeras. (***) Reproducción de la fuerza de trabajo: Porque como tan bien decía Marx, el salario del trabajador no sólo debe cubrir su propia subsistencia sino la reproducción de la fuerza de trabajo, es decir el costo de brindar el reemplazo de su propio servicio = idéntica educación y salud de sus hijos). (****) De hecho, hoy, las grandes empresas no saben en qué emplear la gigantesca liquidez con la que cuentan en los paraísos fiscales. Por eso compran bonos a Estados - la gran estafa financiera que es la Unión Europea que en toda oportunidad denuncia el compañero Farage -, compran empresas por precios insólitos y, sostenidamente, están comprando tierra en EEUU. Ojo a ese punto.